SU UNIVERSO

Dentro de nuestro espacio hemos querido crear uno para ellos, para los niños, de momento principiantes en las letras y más adelante quién sabe... Quizá alguno se convierta en un fabuloso escritor, pero al menos, serán grandes lectores.

¡Ellos son el FUTURO!

6/6/08

RELATO DE CLAUDIA (10 años)

EL COCODRILO MARTIN

Había una una vez un cocodrilo que se llamaba Martín.

Tenía siete años y estudiaba en el colegio Cocodristol.

Como se iba haciendo mayor, le empezaron a salir las muelas cocodrilescas -un tipo de dientes que te salen si eres un cocodrilo, al cumplir los siete años y tres meses-

Hasta este punto de la narración, para los cocodrilos todo es normal, excepto que cuando a Martín le salieron las muelas le empezaron a doler los dientes.

Su mamá Noelia estaba preocupada porque los dentistas cocodrilos no tenían ni idea de la causa de aquel dolor que tanto inquietaba a Martín.

Pasaron dos años y a Martín le seguían doliendo los dientes. Su padre que era banquero, propuso ir a la ciudad humana a ver si los dentistas humanos sabían la causa de aquel dolor. Así que, un día hicieron las maletas y se fueron rumbo a la ciudad.

Aquí es donde llega el trauma ¡papá había perdido la dirección y para colmo, el GPS se había estropeado! Pasaron delante de una puerta que ponía 'Doctor Carlos, cuida sus dientes sin tocarlos' Se decidieron a entrar.

Cuando entraron, todos los que estaban en la sala de espera, salieron corriendo a refugiarse. Todos menos el doctor y su ayudante.

Papán le explicó lo que le pasaba a Martín, pero el dentista se negaba a atenderles, pues le daba miedo la cara de Martín, que por el dolor parecía ser capaz de arrancarle la mano de un mordisco.

Al ver Martín que el dentista no estaba dispuesto a ayudarle, empezó a llorar sin consuelo, pero sus lágrimas no terminaban de convencer a Carlos, que pensaba que fingía para comérselo vivo.

De ahí, la famosa frase que termina con: 'lágrimas de cocodrilo'
FIN.

(Pena no tener los medios para insertar el dibujo del cocodrilo)

4 comentarios:

Ana dijo...

Genial Claudia! Sigue así. Se nota muchísimo que te encanta leer.

Enhorabuena por tu cuento y por tu aportación a vuestro espacio!

Un besazo. Ana

hawkeye dijo...

Me gustó mucho el relato, no hay nada mejor que dejar volar la imaginación y plasmar lo que se le pasa a uno por la cabeza, y si se hace con gusto, por muy joven que sea uno, pues genial!!!! Buenísima propuesta la tuya al crear este blog. Gracias por tu visita y por enlazarme,será un placer seguir viendote por mi espacio. Besos

Ana dijo...

Gracias a ti por venir; un placer.

Claudia es la hija de una amiga mía y, a su vez amiga de mi hijo Jaime. A ambos les encanta leer y se nota. El blog surgió a raiz de una poesía que me escribió Jaime,también publicada aquí. Se trata de fomentar su lectura y su imaginación. Los niños nos superan en eso, ¿no crees?

Un beso. Ana

Perséfone dijo...

Ay Dios, que relato tan genial jajaja

Es sublime la redacción de esta niña de 8años ¿Y que decir de su imaginación? ojalá la conserváramos con los años.

Me encanta este blog, Ana. Muchísimas gracias por dejarme aquel comentario que me permitió llegar hasta aquí.

Un abrazo.